Igualdad de género

PENSAR LA VIDA EN IGUALDAD

  • Si os preguntan si creéis que existe la discriminación, es probables que contestéis un no rotundo. Tenéis el convencimiento de que no hay ningún problema, ninguna diferencia entre vuestras amigas y amigos y no creéis haber vivido ninguna situación que os demuestre lo contrario. Sin embargo, la realidad es más compleja de lo que podáis percibir a primera vista.
  • Para lograr que la igualdad sea real necesitamos desaprender formas que pertenecen al pasado y  aprender a relacionarnos desde el respeto, la libertad y la responsabilidad. El problema es que no siempre somos realmente conscientes de la herencia que se nos ha ido transmitiendo a lo largo de los siglos.
Nuestro modelo  de sociedad se transmite d generación en generación mediante lo que llamamos "proceso de socialización", en el que las personas asimilan y  hacen suyos los elementos culturales y sociales que favorecen y garantizan la adaptación e integración en cada comunidad.
Este proceso de socialización es distinto según el sexo de las personas, asignando modelos diferentes para las mujeres y los hombres en función de lo tradicionalmente establecido para unos y para otras. El conjunto de cualidades y características psicológicas y físicas que una sociedad asigna a mujeres y hombres constituye lo que  se llaman "estereotipos de género", que  son como etiquetas que nos ponen al nacer.


Por ejemplo, se tiende a creer que las chicas son más sensibles que los chicos o que éstos son más duros que las chicas; se dice que las mujeres son más cariñosas y que se preocupan más por el cuidado de los demás, por lo que está bien visto que se hagan responsables de la familia y que elijan profesiones feminizadas como maestra, enfermera o peluquera. O también se dice que los hombres son más prácticos y entienden mejor los procesos mecánicos, luego es normal que se dediquen a las carreras científicas y técnicas o a profesiones masculinizadas como mecánico o electricista. Los papeles que desempeñamos en función del sexo se denominan "roles".



LAS GAFAS DE COLOR VIOLETA

  • Desde que nacemos vamos recibiendo mensajes de lo que es ser hombre o ser
    mujer. Pensad por ejemplo en los cuentos que os narraban hace algunos años, como La Cenicienta, Blancanieves, El príncipe valiente o Juan sin miedo.  ¿Qué hacían las mujeres y los hombres de los cuentos? Ahora recordemos los anuncios de la televisión y cómo hay determinados productos que están dirigidos a las mujeres, como los de belleza, limpieza, alimentación, electrodomésticos o clínicas de estética. Y los que están dirigidos a los hombres, como los coches, ordenadores...Hay otros medios como la televisión, las revistas, la misma escuela o incluso la familia en donde se suelen inculcar mensajes diferentes para chicos y para chicas.
En nuestra mochila llevamos muchos mensajes que hacen que aceptemos la discriminación de género como algo natural. Vamos caminando por la vida con un equipaje que no es nuestro y que puede llevarnos a crear o aceptar situaciones de discriminación.




¿Por qué es importante  el feminismo?

  • El feminismo ha sido una de las corrientes de pensamiento y acción más importantes de los siglos xix y xx, que ha abierto puertas a la democracia, a la libertad y a la autonomía de mujeres y hombres..
  • Muchas personas desacreditan el feminismo diciendo que las mujeres quieren ser superiores a los hombres o ser como los hombres. Y es completamente falso. El feminismo es una corriente de igualdad, no de superioridad o de revancha.
  • Es muy importante entender que el feminismo beneficia al conjunto de la sociedad, es decir, a mujeres y a hombres que pueden actuar con mayor libertad y autonomía, construyendo vidas más plenas y enriquecedoras como seres humanos.

NOMBRAR EL MUNDO EN IGUALDAD

  • Lo que no se nombra no existe. Las mujeres queremos estar presentes en los periódicos, en los libros que leemos y estudiamos, en los comentarios que hacemos en la calle y en cada gesto de nuestra vida cotidiana.
  • Hablad, escribid, pensad en femenino y masculino. Cread una realidad no sexista a través de las palabras donde mujeres y hombres estemos siempre presentes.
  • No admitáis comentarios, chistes o adjetivos sexistas. Por ejemplo, no admitáis ni  os expreséis con palabras que denigren a la mujer o al hombre haciendo referencia a sus órganos sexuales.


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